Todavía sigo navegando en el bosque
perdida entre arroyos congelados,
hace tanto frío aquí,
es que estoy tan sola en este inmenso planeta.
Me abrigo con todo lo que tengo y salgo.
En la estación de trenes a lo lejos
las nubes se transforman en vías
y las vías son nubes,
el cielo esta lleno de estalactitas
mil ochocientas gamas de colores,
me confundo, transpiro en frío, me acurruco en el banco.
El tren sale mañana.
Tengo todo un día para descubrirme a mí,
para encontrar algo más de mí.
Recuerdo.
Recuerdo un montón de miradas observándome,
un millón de estrellas en el cielo, que se van muriendo,
que se van apagando, y nadie las ama,
ya casi nadie se acuerda de esos pequeños soles
en la galaxia, en el universo,
¡ acuérdense, acuérdense !
No sé escribir en verso,
nunca supe cómo, pero no me importa,
la prosa es mucho mejor.
Una vez me leíste un cuento para niños,
me lo diste, mi amor.
Me sentí una niña, matilda.
Estoy tan feliz,
nos perdemos, amamos perdernos,
nos encanta, nos fascina.
¿Y qué es el amor?
A nadie le importa la respuesta,
sigue habiendo silencios.
¿Qué pasaría si hoy te encuentro?
¿Qué pasaría si hoy nos vemos?
¿Qué pasaría si hoy nuestras miradas perdidas se cruzaran?
¿Qué pasaría si te cuento una historia?
¿Qué pasaría si te quiero, chiquito?
Todo el tiempo hago listas
listas, y listas de lo que quiero,
de por qué sí.
¿Y por qué no? Ésta es la que más gusta.
¿Y por qué no a todo?
¿Y por qué no a ser así todo el tiempo?
¿Todo?
Me encontraste.
Ya es mañana, y la locomotora esta muy caliente,
hay que irnos a otro lugar.
A encontrarnos en otro punto cardinal.
Me pierdo y me encuentro en vos, chiquito
ojalá fuéramos....