miércoles, 23 de octubre de 2013

Brilla

El día más frío del invierno del año pasado, estaba sola, sentada en un banco en el parque centenario. Dibujé todo el lago, en mi cuaderno favorito. Tenía todas las cosas que me gustaban, arriba mio, sobre mi. La bufanda de lana colorida rodeando mi cuello, y el saco viejo de mamá. Hacía tanto frío, estaba helado, y en el parque no había nadie. Solo yo. Fui caminando hasta los puestos de libros, y había solo un puesto abierto, casualmente era mi preferido, donde compré todos mis libros. Y el señor, al que nunca le pregunté su nombre me invitó un café y me sonrió. Algo le brillaba en los ojos. Ese día tuve la charla más agradable y confortadora; y hablamos simplemente de cosas, tan simples, tan reales, tan verdaderas.


Y hace unas semanas, cuando era invierno. Estaba esperando el colectivo, recordé ese momento, y volví a sentir la paz, y el confort que había sentido ese día. Hoy ya es primavera, y me sigo sintiendo muy feliz.