domingo, 18 de agosto de 2013

mi amor.

Te tiras del precipicio, las lágrimas se desparraman por el suelo frío
los soles se van apagando, uno a uno, uno a uno;
y las mariposas nacen, duermen y se mueren en tu cama.
Por qué lloras chiquita?
pequeñita.
Quiero que siempre sea invierno, tener un buzo gigante todo el tiempo;
me perdí en tu boca, no puedo salir, ayúdame chiquita.
Respiras el aire más puro, en la cima de los árboles más grandes, en el campo, sí, en ese árbol que vivimos mil atardeceres-amaneceres; mil besos de buen día. 
Prendías la radio y bailabas, tu pelo se movía acariciando la piel de tu espalda.
Podes leer mis labios, nena? Podes?
Acaso no podes entender que sos lo más lindo que hay en este universo, y que me pongo cursi cuando te tengo que decir cosas? Que se me eriza la piel, que el corazón me late a mil. Que me tiemblan los labios y las manos, que no sé que hacer cuando te tengo enfrente.
Y nos dormimos en el pasto, en mis brazos, en el cielo, paraíso. Atardecer eterno, primavera todo el tiempo, que no es tiempo sino tu silencio. Música de fondo, para oídos que dejaron de escuchar hace años.
Léeme la piel, dibújame en otoño. Te saco fotografías en un bosque sin árboles, qué sentido tiene? Sino vos no estas acá.