Los agudos por la mañana
son tan bellos como los pájaros que cantan
cuando apenas se oculta la luna,
cuando apenas se asoma el sol,
cuando comienza el equinoccio de primavera,
cuando me pierdo en vos.
Como tu voz a mi oído,
con cada despertar
llena mi ser con un placer
que no se puede explicar.
Ni aunque supiera todas las palabras
en todos los idiomas.
Con las lenguas muertas
llegamos a un éxtasis,
al éxtasis del silencio
a un placer inmenso.
Esperamos las estaciones en silencio,
un silencio sepulcral.
Nos morimos en los bosques de Canadá,
y nos abrigamos en el frío glacial.
Me abrigo en vos, mon coeur,
mon chéri.