Todo el tiempo
música de fondo
el bajo, muy por debajo;
bajo por las escaleras
en lo profundo
y obscuro de
la galaxia más alejada,
me hundo.
Las luces fuera de foco
en las cabezas,
de los niños que no duermen
porque necesitan respirar
el aire puro del invierno.
Y tus labios frambuesa
se confunden con las luces
y los niños que respiran,
el invierno que no termina,
la primavera que no llega más,
y....respiro profundo,
me prendo un cigarro.
Viento
fresco
de invierno, que nos
enfría el ser
y nos hace sonreír.
Las narices rojitas,
y el millón de bufandas
de kilómetros de distancia
de vos y de mí.
Pero a pesar de todo
la noche más fría
el terror se metió
adentro tuyo.
Y no volves,
no volves más.